viernes, 22 de febrero de 2019

Hoy camine algunas calles de la ciudad que habito,  podría decirse que aunque la habito me siento ajeno, basta caminar o mirar las montañas para darse cuenta que esta tierra de arrieros y mulas se ha civilizado, esto no ha sido un paso entre dimensiones de cuánticas en una nave boyager, este transitar de arrieros, obreros, culebreros, empresarios, narcos y políticos; no ha estado excento de putas maricas, monjas, maestros, abogados médicos e ingenieros; también señoras algunas por refinadas y otras por que la cara de la dolorosa ha transitado de lo virginal a lo profano, el manto virginal se ha derrumbado a cambió a ciliconas, lipos y sustancias botulinicas.
 los hombres dejaron el carriel y los aires de macho poderoso, después de todo aunque persista e insista, el macho se resquebraja, entre barbas, tatuajes, caras limpias, cejas depiladas, las nuevas figuras masculinas, figuras a imitación de estéticas que exponen lo bello para borrar lo feo, contrasta en lo análogo de lo mas andrógino y el valor de alguna mujer que se opuso al estereotipo de belleza comercial y parece mas un pillo camionero que una barbie criolla.
Se manifiestan contrastes de sexualidad en los estereotipos de quien necesita ser visto para ser consumido, de quien subyace al anonimato de un macondo con aires de ciudad cosmopolita, mientras deambulan extranjeros, criollos, mestizos, y tantos hibridos  que se desdibujan entre el comercio en los bajos del metro y pasajes peatonales invadidos de comercio, en esta mismas rutas podes caminar unos metros estas en un mall o un campus universitario, un refugio para un colono mestizo que puede blanquearse y comprar aquello de lo que otro carece. Aunque la plusvalía valga, aún y con los residuos de un neocomunismo  mas parecido a su opuesto, en contraste para la anarquía  un policía le cobra multa a un transeúnte que consume una empanada, también el poderle confiere acusar de microtrafico a aquel que por su angustia algo de canabiss se manda.
algo hay que decir de aquellos cuerpos anónimos fingiendo aparearse, pieles con pieles, ardor de la existencia que se intenta calmar entre orgasmos y besos que fingen ser deseantes, aniquilando el mismo deseo de existir; mientras tú que transitaste estas mismas calles, eres extranjero en ellas y yo que las habito soy quizá mas extraño  y ajeno que tú.
Sí, te escribo a ti que me jodes para que mi locura haga algo entre las letras, después de todo aquí sigo, aunque entre los despertares de la madrugada y el terror de creer que lo más simple se  hace un enorme monstruo a la manera de la metamorfosis de kafka.

jueves, 7 de febrero de 2019

 Estoy en casa ligero de ropa y me acompaña un gato, dos perros y unos libros que envejecen conmigo, el tiempo inevitable sigue pasando, por fortuna no se detiene y conduce a la salida final, aunque la certeza  como sinónimo de locura, se arraiga en lo inamovible,  no importa lo que pase por si cualquier cosa la angustia no desaparece, hay demasiada razón para  sostenerla y poca esperanza para no saber que es una compañera de viaje que vino conmigo y no me desampara.
 Entre un cuerpo y otro cuerpo, entre caricias fingidas y  erecciones que fingen virilidad, parece el cuerpo uno con el instinto y el engaño de unirte en lo que no une, aunque se finjan cercanías, parodias de afectos, caricias que queman,  besos efímeros, miradas de deseo que pretenden consumar lo que jamas abra de unirse, no le creo a mis pasiones, son embusteras y fingen orgasmos robados entre pasiones ligeras, sensaciones que dominan, experiencias orgasmicas que se repiten y saben  amargo , también dulce, también simple y otras no saben a nada, por que después de todo nada tienen y me engañan, pero invaden mis sentidos, después el mundo es igual, el show ha terminado; sin embargo la única certeza es que volverá a repetirse...
  DESDE LA MELANCOLÍA...
  Transitar el tiempo entra el cemento y el calor de una ciudad que se debate entre añoranzas de herradura y aires modernos, entre adjetivos de ciudad pujante y la "mas feliz del mundo", podría decir de cuan extraño me siento entre el smock , un nuevo edificio y un nuevo centro comercial, mientras las escuelas que demolieron aguardan presupuesto para ser construidas, tampoco hay mucho afán , después de todo mientras una tablet o un celular exista, ya es bastante para distraer la ignorancia y el cinismo de ver como mientras nos debatimos en el tener, se seca un río a manos de los poderosos...
Me duele algo de existir y se me acusa de no ser pragmático, pareciera que esto de hacerle duelo a uno  de los ríos mas importantes de Colombia es una tontería, cuando  los medios anuncian que se trabaja intensamente y pronto se recuperara el caudal de aquel que agoniza entre manos de corruptos y a manos de la tiranía humana, desde los hábitos del ciudadano mas sencillo, hasta las decisiones de los grandes empresarios , políticos , ingenieros y doctores a quienes les basta engrosar sus cuentas para tener todo aquello de lo cual se creen ser merecedores, sin importar la vida...
Me resulta incomoda la existencia en la tierra,  aquellos de la vida que me hace maravillar pos su inmensa grandeza, pareciera se diluye entre lagrimas y vergüenza agena por lo que somos y la estela de estrago que dejamos a nuestro paso por la tierra; se me antoja no querer vivir y soñar por un momento la esperanza de abrazar la muerte...